martes, 1 de julio de 2014

REcomendado de hoy: El hombre bicentenario

Desde el PPP Boyacá Real nos recomiendan

El Hombre Bicentenario


Por: José Luis Jiménez
Promotor de lectura del PPP Boyacá Real

Título: El hombre bicentenario / El robot Humano

Autor: Issac Asimov


Un poco sobre el autor

Quizás pocos autores han sido tan importantes dentro de un género literario como lo fue Issac Asimov, nacido en la Unión Soviética, de ascendencia judía fue criado desde muy pequeño en Estados Unidos en una época donde los descubrimientos y utopías científicas estaban en auge, fue altamente influenciado por las novelas gráficas “Pulp” donde se encontró por primera vez con la ciencia ficción, esa que habría de definir a futuro gran parte de su trabajo como escritor.

Por mi parte conocí al autor de una manera muy diferente, a través del libro “Una breve historia de la química” que tuve la oportunidad de leer cuando tenía 16 años, lo que más me impresionó, aquella primera vez, fue la sencillez del lenguaje para explicar cosas que quizás no son tan fácilmente entendibles para personas que no están muy cerca del mundo científico. Así en su otra faceta como científico destaca siempre un buen grado de literatura dotada con algo de fantasía así sea para explicarnos el pasado.

Muchos años después volví a encontrarme con Issac Asimov, esta vez desde el PPP Boyacá Real, ya que en la colección se encontraba “Yo robot”, libro a través del cual pude conocer esa fascinante faceta de Isaac en la que la ciencia ficción siempre tiene un tinte de reflexión, no solo sobre el mundo que está por venir, si no por nuestro presente, siempre cargado de paradojas que el autor siempre supo interpretar muy bien; mostrando cómo cada avance irá trayendo indudablemente nuevas paradojas sociales y nuevos retos en todos los campos de nuestras sociedades. Quizás ese es el mayor mérito de este autor, más allá de su obra, está ese sentido de constante reflexión en la cual siempre terminamos sumergidos por cuenta de sus inteligentes observaciones en torno a las sociedades humanas.

Y ahora si hablemos un poco del “Hombre bicentenario o el Robot Humano”….

Humanizando a una maquina:

Las Tres Leyes de la robótica:

1. Un robot no debe causar daño a un ser humano ni, por inacción, permitir que un ser humano sufra ningún daño.

2. Un robot debe obedecer las órdenes impartidas por los seres humanos, excepto cuando dichas órdenes estén reñidas con la Primera Ley.

3. Un robot debe proteger su propia existencia, mientras dicha protección no esté reñida ni con la Primera ni con la Segunda Ley.

La historia comienza con un hombre llamado Andrew Martin que al parecer está a punto de hacerse una operación de alto riesgo, el propósito de dicha operación no será revelado hasta el final, pero el autor empieza a jugar con las reglas que creó para su universo ficcional, en este caso las tres leyes de la robótica; ya que el doctor que hará esta operación de alto riesgo es precisamente un robot, al ser una operación de tal peligro para Andrew, el robot se niega a practicarla por entrar en conflicto con la primera ley, pero todo se resuelve al final del capítulo con una revelación inesperada: Andrew también es un organismo cibernético, famoso en el mundo por distintos aportes a la humanidad en su larguísima vida de casi 200 años .

Y así comienza la aventura a través de este libro, por medio de sus páginas iremos conociendo poco a poco a un hombre que vivió 200 años, su vida y su obra dentro de este fascinante universo de colonias lunares, pero lo más importante de todo , su lento progreso de robot funcional a androide y finalmente a ser humano lo que lo llevara a hacer el mayor acto de “amor” (no sé si llamarlo así, lo dejo al criterio de cada lector) por la humanidad al final de la historia, en ultimas el libro trata con profundidad el significado de ser humano en este planeta, en esta sociedad tan contradictoria por momentos y tan profundamente imperfecta e irracional en muchos casos .

En mi opinión el libro tiene muchos puntos de vista maravillosos, me impresionó gratamente ver ese proceso tan profundamente explorado de ir humanizando lentamente a Andrew. Primero, explorando sus enormes capacidades creativas (incluso llegando a ser artista) y luego desde su lado más científico que es el que finalmente termina propiciando su transformación definitiva, en un sentido estrictamente orgánico (de hecho Andrew se inventa una nueva rama ficticia que no solo lo beneficia a él sino a toda la humanidad que aun reside en la tierra). Algo no tan positivo es ver cómo, lentamente, los seres queridos para Andrew de su familia como Little miss o el Señor (sus primeros dueños, luego familiares) van muriendo; representando así la tragedia de la inmortalidad y sobre todo la incapacidad que tiene Andrew casi toda la historia para lograr expresar sus emociones de una manera más humana.

Quizás un tema que es criticable es que faltó explorar a fondo sentimientos como el amor, algo que Andrew experimenta en otras formas pero no en el sentido romántico, lo que se explora mucho mejor en la película protagonizada por Robbie Williams basada precisamente en esta historia. Pese a este detalle debo decir que lo que más me gustó fue ver cómo, por medio de este personaje, vamos viendo cosas por las que la humanidad ha tenido que luchar y ha ganado a lo largo de su historia como especie de a poco: valores como la libertad y problemáticas profundas como la discriminación. Frente a esta última una realidad que podría darse si los robots se hicieran parte de nuestro nuestra cotidianidad, donde todas estas creaciones humanas serían víctimas de los miedos más profundos de nuestra especie, esto se evidencia todo el tiempo a lo largo del libro, en el que se plantea un posible mundo apocalíptico al que los humanos temen que las máquinas los dominen a ellos (aun con la existencia de las 3 leyes que impiden que esto ocurra) de tal manera que incluso dejan de fabricar robots como Andrew, si no se dedican a seres cibernéticos mucho más “domesticados”.


Pero los invito a que descubran el mundo ficcional de Asimov, no solo en esta historia fascinante si no en libros como la saga “fundación” o el anteriormente citado “Yo robot”. Los invito a descubrir el fascinante mundo de lo que quizás sea nuestro futuro como especie con sus problemáticas y esas fascinantes historias que nos harán desprender un poco de una realidad que no siempre nos permite soñar imaginarios sociales más inclusivos con las diferentes facciones que conforman nuestras sociedades.

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