El castillo de Otranto
Título: El castillo de
Otranto
Autor e ilustrador: Horace
Walpole
Editorial: Anaya
Año: 1995
Páginas: 188
Por: Ángela Valeria Dimaté
Campos
Promotora de lectura parque La Esmeralda
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«El castillo de Otranto» se publica en 1764y, ...
contrario a lo que su autor supuso en un primer momento, causa un revuelo emocionante en las letras europeas. Estas, habituadas a desechar la fantasía y lo sobrenatural –etapa que se consideraba superada luego de la Edad Media–, funcionaban tranquilamente en una especie de estancamiento creativo con la novela sentimental. Elementos dispares que siempre mantuvieron prudente distancia, se mezclan en esta novela creando un efecto de dislocamiento con la realidad. La introducción de elementos como los castillos, las armaduras, los pasadizos misteriosos, la superstición y la inclusión cómica de sirvientes ingenuos, permitieron una atmósfera completamente nueva que para la época se familiarizaba con el misterio y el terror. Estas dos formas, que se desarrollaron con imponencia a partir de Edgar Allan Poe, son en el «Otranto» aún primitivas y tienen un manejo inmaduro en la narración, lo cual es natural, considerando que es la primera vez en que se juega con elementos tan distantes. Pese a esto, la historia resulta muy entretenida –mentiras, yelmos gigantes, una enrevesada historia de amor familiar y un final tan desconcertante como memorable–. Al tiempo, la obra constituye un valioso documento que testifica un antecedente imprescindible de la novela de terror, de misterio, e incluso de la novela negra, y un heredero de la novela de caballería, la comedia suavizante de las tragedias de Shakespeare y algo de misticismo oriental. Para resaltar de esta edición, cabe anotar que se traduce directamente del manuscrito original en inglés, y que incluye un Apéndice que amplía con riqueza el contexto de la obra, la época, el autor y la novela.
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