domingo, 23 de abril de 2017

Carta de un usuario



1 comentario:

  1. La única clase de hambre tolerable: la de leer, saber, entender. Bien por el lector moroso pero arrepentido, que persiste en su afición, y no en la falta. Valiente quien reconoce. Admirable el que agradece. Mejor aún, el que comprende, concilia y perdona.

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