jueves, 10 de noviembre de 2016

Desde el P.P.P. Fundacional, en la localidad de Engativá, nos recomiendan


Por: Nicolás Parra Quiroga
 P.P.P. Parque Fundacional de Engativá Pueblo


     La tarta voladora.
Editorial: laGalera 
Género: Novela
Páginas: 146


Gianni Rodari fue un escritor italiano, maestro, pedagogo y periodista. Nació en 1920 en Omegna, Piemont, al norte de Italia. A una edad ya madura se atreve a probar el desafiante mundo de la literatura infantil y empieza a escribir para niños y jóvenes. Se caracteriza porque en sus obras presenta otra mirada distinta a la de la tradición de cuentos para niños que imperaba  hasta la mitad del siglo XX. Recibe en 1970 la medalla H.C. Andersen que vendría a ser el equivalente al Premio Nobel pero para literatura infantil y juvenil. Hoy en día se le considera como el mejor autor infantil italiano de su época y yo me atrevo a meter las manos en el fuego por defender esta afirmación.

 “¡Los marcianos!, ¡Los marcianos!” Una mañana de abril en un pueblo del norte de Italia, aparece un disco gigante que causa pavor a todas las personas que lo ven posarse sobre sus cabezas y descender lentamente. Al parecer una nave espacial los ataca y todos en el pueblo buscan refugio, menos una pareja de hermanos intrépidos, uno resfriado, con personalidad aventurera, arriesgado y dispuesto a afrontar el peligro y la otra alegre, inteligente, recursiva, además de un tanto irritada por las locuras con las que sale su hermano menor.  Deciden romper la prohibición que sus padres han impuesto para mantenerlos seguros, en compañía de su perro (nombre de la mascota) se aventuran  a salir e investigar lo que está pasando, todo resultará una aventura divertida y dulce, muy dulce.

Constantemente las personas del siglo XX inmersas en la guerra fría y con el temor en la atmosfera sobre una guerra nuclear vivían sumidas en el miedo y el espanto porque en cualquier momento se desataría la extinción de la humanidad. El temor no es lo único que está en el aire, los avances científicos dan pie a que la imaginación vuele y se conciban héroes radioactivos, personas con poderes sobrenaturales, series de espías, guerras nucleares con robots…  

Gianni Rodari se vale del temor, la inocencia y la imaginación de los niños, para a través del juego y las travesuras virar la mirada tradicional de los  cuentos infantiles y presentar una inusual, jugosa y divertida historia, donde se ridiculiza el espanto nuclear, el miedo de la humanidad por una invasión alienígena. Remplazó el temor de los gobiernos y de los hombres por la independencia que asumían los niños a mitad del siglo pasado y aún no se les reconocía como lo hizo Rodari. Aún hoy nos preguntamos sobre la posibilidad de la existencia de los marcianos, la mutabilidad de la materia, hasta dónde llegará el conflicto moral en cuanto al avance tan evidente de la ciencia. Al parecer a los niños no les  amedrantan estas preguntas, tampoco les interesa formarse según el miedo o el castigo y mucho menos a las restricciones.

A los niños les entusiasma “ser los más inteligentes en el cuarto” ¿Acaso no nos divierte e intriga las posibilidades y el espíritu aventurero, el ansia por descubrir y encontrar la realidad tan ingenuamente como la ve un niño y aprender de ella tanto como sea posible?

La tarta voladora logra despertar la aventura en el lector, la imaginación y romper los esquemas de literatura infantil del siglo pasado. Este libro lo recomiendo por todo esto y además porque confío que en él encontrarán la delicia de una historia de varios sabores y,  tendrán a mano una gran paleta para servirse de esta mágica y tentadora historia.



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