Desde el PPP Palestina nos recomiendan:
Primero estaba el mar
Por: Johan Sebastián Santillana Rodríguez
Promotor de lectura PPP Palestina
Autor: Tomas González
Editorial: Aguilar (punto de lectura)
Año: 2011
Género: Novela
Tomas Gonzales es un escritor colombiano nacido en Medellín. Decidió empezar a escribir a principios de la década de los setenta, poco después de dar inicio a sus estudios de filosofía en la Universidad Nacional de Colombia. Desde entonces, afortunadamente, no ha parado de escribir y ya cuenta con un amplio repertorio de novelas y libros de cuentos que, aunque se centran en el contexto colombiano, han sido publicados tanto en Colombia como México y España. Algunas de sus novelas son: Primero estaba el mar (1983), Para antes del olvido (1987), La historia de Horacio (2000) y Los caballitos del diablo (2003). Entre sus libros de cuentos se destaca El rey de Honka Monka (2003) y en poesía su poemario Manglares.
Primero estaba el mar narra la historia de una pareja que reside en Medellín que, gracias a diversas circunstancias, toman la decisión de buscar un mejor futuro lejos de su ciudad natal. J. y Elena se desplazan hacia la costa antioqueña para huir de la civilización que los acosa y frustra de una u otra manera. Se trasladan a una finca que con anterioridad habían comprado con gran parte de sus ahorros. Al llegar a dicho sitio, se llevaron la sorpresa de encontrar un lugar que difería de las múltiples expectativas que tenían sobre él; ya que tanto la finca como el lugar en general carecían de diversas comodidades que les brindaba la civilización que los vio nacer. Sin embargo, logran vivir y sentir emociones que en la ciudad les era casi imposible llegar a tener. El mar les trasmite paz, tranquilidad y libertad: los sorprende la sensación de fuerza e impotencia al ver las olas responder de forma fuerte e indolente, sobre el territorio que habitan en tiempos de lluvia.
A su llegada buscan alternativas para lograr que su estadía fuera lo mas cómoda y placentera posible. Cabe señalar que Elena de cierta manera no estuvo del todo de acuerdo con la decisión de viajar y vivir en semejante lugar, pero su situación en Medellín y el amor que sentía por J., fueron motivos necesarios para apoyar y contribuir con ese mejor futuro que tanto anhelaban. Elena es una mujer bastante prepotente, egoísta, negativa, temperamental y autoritaria, gracias a estas cualidades nunca logró convivir con los habitantes de la costa. J. es un sujeto cansado de la vida urbana, ya que es un “literato, anarquista, izquierdista, negociante, colono, hippie, y bohemio” según cualidades expuestas por el autor. J. toma la decisión de trasladarse a la costa en un intento empresarial de tener su propia finca y vivir de la explotación de todas las materias primas que permitiera la naturaleza. Sin embargo, esto termina siendo la causa de múltiples enfrentamientos con sus principios morales y éticos.
Con respecto al ambiente que predomina en el texto, se empieza a exponer cómo la vida de J. y Elena se deteriora, poco a poco, por diversos problemas administrativos de la finca, concluyendo así en la separación los protagonistas. J. desesperado por salvar la finca y su relación con Elena busca alternativas y soluciones que solo terminan alimentando significativamente sus problemas. Su desesperación cada vez es más grande, la cual lo termina llevando por una vida rodeada de alcohol y amores fugaces. No obstante, J. nunca pierda la esperanza: siempre tuvo fe que todo saldría bien, que de una u otra manera podría levantar la finca y mejorar la relación que tenía con Elena. Lamentablemente todos sus esfuerzos y esperanzas son derrotados con su muerte, la cual fue causada por un administrador que contrató después de que Elena y sus empleados, entre ellos su anterior administrador, que en pocas palabras era su mano derecha y único apoyo en muchas de las iniciativas que deseaba llevar acabo en la finca, lo abandonaran.

Primero estaba el mar es una novela que sorprende a sus lectores. Mediante un uso preciso del lenguaje, imprimiendo una admirable agilidad a su narración, expone un drama trágico y violento: un choque cultural y una historia de desamor, infelicidad y frustración que toca los más profundos y patéticos hilos de la condición humana. La economía lingüística que Tomas Gonzáles desarrolla es destacable porque impide que la narración pierda su horizonte y se extienda en descripciones innecesarias, proporcionando contundencia a la temática existencial y violenta que la novela plantea.
En conclusión, desde una opinión muy personal, reconozco como unos de los temas principales la nostalgia y frustración de J. y Elena, por llevar una vida sin tanto ajetreo, propio de habitantes de grandes ciudades del mundo. Primero estaba el mar es el reflejo de los sueños y aspiraciones de una gran cantidad de seres humanos cansados de su cotidiana vida urbana, los cuales ansían consiente o inconscientemente llevar una vida con mas tranquilad, paz y libertad. Sin embargo, es posible que exista algo en la naturaleza humana que impide, inclusive en lugares o cosas que consideramos la salida y solución a nuestra estresada y aburrida existencia, su libre desarrollo y desenlace. J. en sus últimos minutos de vida logró reconocer y entender el sentido de hermandad que tienen el nacimiento y la muerte. Por fin pudo sentir la libertad y sobriedad de su decisión: dejar su vida en la civilización, vivir y sentir el mar.
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