Manual para enamorar una lectora

MANUAL PARA ENAMORAR UNA LECTORA

Por: David Ariza
Promotor de lectura del PPP San Andrés

Primero abra su sitio de trabajo, ubíquese en la sombra más próxima si es un día caluroso, inicie su labor de la manera habitual. En el transcurso de su rutina notará que debajo de las ramas del árbol localizado al frente de su puesto, cubriéndose del sol, habrá una persona de contextura delgada y pelo negro azabache sumida totalmente un texto. Trate no dejarse dominar por la cabellera, las piernas, el tono de piel y la manera en que lee.

No cambie su ubicación e intente reincorporarse a sus actividades. Un primer mal o buen indicio de  atracción (varía dependiendo del lector), será el reproducir esa silueta en su mente, el querer interrumpir su estado casi meditabundo, para abordarla con temáticas clichés. Es bien sabido que ese método no es útil.

Procure, en  lo posible, no verla continuamente para no perder la noción del tiempo, tampoco se inquiete por saber que lee.

Sumérjase en una lectura propia, déjese provocar de los versos y prosas, juegue con lo que le propone el libro y tome nota a  su gusto.

Sí el libro escogido fue el correcto, la silueta desaparecerá de su mente y sentirá un gran placer de estar en el ahora, leyendo. Para cuando se dé cuenta la persona ya no estará, sin embargo no se preocupe, continúe en su lectura.

Finalmente al terminar su jornada, notará que lo están esperando con un libro en mano y un inicio de conversación.

Nota: Vale aclarar que es responsabilidad del lector de este manual, el tratamiento de  la conversación, pero si añade vino caliente sumergido en letras, creará un entorno, una charla y probablemente un recuerdo agradable.